Diseño y artesanía se unen en todo momento permitiéndonos pensar y sentir cada una de las piezas: su funcionalidad, volumen, ergonomía y tacto.
De este proceso de creación nace un vínculo especial con las piezas, un vínculo que nos permite ser más exigentes con ellas, buscando siempre el detalle, la solución ingeniosa o el guiño conceptual que las haga más personales y carismáticas, y las convierta en objetos útiles llenos de carácter.